Sabias, que en nuestro barrio habia una hermosa fuente, un bonito lago artificial donde nuestros abuelos jugaban con sus barquitos, o que fue el epicentro y campo de batalla de una revolución que cambio la historia de nuestro país y fue protagonista de una de las más grandes historietas del siglo XX, todo esto y mucho más lo encontraras en este Blog.

Agradecemos al Archivo General de la Nación, a los Clubes Bouchardo, Obras, Agronomia, Ciudad, River Plate, Platense y sus paginas Web, al Hospital Pirovano, a Wikipedia, a las escuela Municipales Raggio, a la Biblioteca Cornelio Saavedra, al museo Ferroviario, al profesor Fernando Piaggi, que con su interesante libro, "Historia entre orillas y durmientes", fue de gran guía y ayuda para nuestras investigaciones y a todos los que colaboran con este archivo.

viernes, 18 de febrero de 2011

Nuñez, cuna del Peronismo...

La revolución del 4 de junio de 1943, dá comienzo a una época de prosperidad y  dignificaciones obreras.
Frente de la Escuela, después de la batalla de Blandengues

Los generales Arturo Rawson y Pedro Pablo Ramírez saludan a la multitud en Plaza de Mayo el día del golpe de estado, 4 de junio de 1943.Si bien las Fuerzas Armadas habían sido uno de los pilares que sostuvieron a los sucesivos gobiernos de la década infame, su relación con el poder se había ido deteriorando en los últimos años, de la mano del cambio generacional en su composición y sobre todo, de la mano del proceso de industrialización que comenzó sostenidamente en el país en esa década. El desarrollo de la industria en la Argentina (y en muchas partes del mundo) se realizó de un modo íntimamente relacionado con las Fuerzas Armadas y las necesidades de la defensa nacional. El presidente Ramón Castillo había enfrentado varias conspiraciones militares e intentos fallidos de golpe de Estado y en ese momento se estaban produciendo varias conspiraciones cívico-militares (como la del GOU, la que llevaban adelante el radical Ernesto Sanmartino y el general Arturo Rawson, las operaciones que llevaba adelante el radical unionista Emilio Ravignani, etc.) Sin embargo el golpe del 4 de junio de 1943 no fue previsto por nadie y se realizó con una gran dosis de improvisación y, a diferencia de todos los golpes que se produjeron en el país, casi sin participación civil. El hecho concreto que desencadenó el golpe militar fue la renuncia que el presidente Castillo le exigió el 3 de junio a su Ministro de Guerra, el general Pedro Pablo Ramírez, por haberse entrevistado el 26 de mayo con un grupo de dirigentes de la Unión Cívica Radical que le ofrecieron la candidatura a presidente en las elecciones que se avecinaban, encabezando la Unión Democrática, una alianza que el ala moderada del radicalismo (los unionistas) estaba tratando por entonces de concretar junto al Partido Socialista y el Partido Demócrata Progresista con apoyo del comunismo.

El golpe se decidió el día anterior en una reunión en Campo de Mayo dirigida por los generales Arturo Rawson y Pedro Ramírez. Tiene interés histórico mencionar que no participaron de esa reunión ni el general Edelmiro Farrell ni el coronel Juan Perón, quienes serían más adelante los conductores máximos de la Revolución del 43; Farrell porque se excusó de participar del grupo golpista por razones personales cuando fue invitado por el general Rawson, y Perón porque no pudo ser hallado.
En la madrugada del 4 de junio salió de Campo de Mayo, al noroeste de la Ciudad de Buenos Aires, una fuerza militar de 8.000 soldados encabezada por los líderes del levantamiento: los generales Arturo Rawson y Elbio Anaya, los coroneles Emilio Ramírez y Fortunato Giovannoni y el teniente coronel Tomás A. Ducó (famoso presidente del Club Huracán). Al llegar a la Escuela de Mecánica de la Armada, en el barrio de Núñez, la columna fue atacada por fuerzas leales atrincheradas allí, resultando del combate 30 muertos y 100 heridos. Rendida la ESMA el presidente Castillo se embarcó en el rastreador Drummond con orden de alejarse en dirección a Uruguay, dejando sola la Casa Rosada donde ingresaron los generales Juan Pistarini, Armando Verdagauer, Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro Farrell, y los almirantes Sabá  H. Sueyro y Guisasola, quienes recibieron a la columna rebelde poco después del mediodía, asumiendo el general Arturo Rawson como presidente.
En un primer momento todas las fuerzas políticas y sociales apoyaron el golpe, con mayor o menor entusiasmo, con la única excepción del Partido Comunista. Lo mismo sucedió con Gran Bretaña y Estados Unidos que recibieron el golpe «con gritos de satisfacción», según refiere Sir David Kelly, embajador británico en Argentina en ese momento. La embajada alemana, por el contrario, quemó sus archivos el día anterior.

YO TE DARÉ... TE DARÉ PATRIA HERMOSA... TE DARÉ UNA COSA... UNA COSA QUE EMPIEZA CON P... PERON...

Los miembros fundadores del GOU en mayo de 1943 fueron:

Coroneles: Miguel Á. Montes, Enrique P. González, Juan Perón y Emilio Ramírez (hijo del general Pedro Pablo Ramírez). A mediados de julio se sumaría Eduardo Ávalos completando el grupo de mando. Los últimos serían conocidos como «los cuatro coroneles».
Tenientes coroneles: Urbano de la Vega, Domingo Mercante, Oscar A. Uriondo, Julio Lagos (sería uno de los jefes de la Revolución Libertadora), Severo Eizaguirre, Tomás A. Ducó (destacado dirigente de fútbol), Arturo Saavedra, Aristóbulo Mittelbach, Bernardo Menéndez,[24] Agustín de la Vega y Bernardo Guillanteguey.
Mayores: Heráclito Ferrazano, Fernando González y Héctor Ladvocat.
Capitán: Francisco Filippi (yerno del general Pedro Pablo Ramírez).




"POR UNA PATRIA JUSTA, LIBRE Y SOBERANA"
PERON CUMPLE Y EVITA DIGNIFICA

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