Sabias, que en nuestro barrio habia una hermosa fuente, un bonito lago artificial donde nuestros abuelos jugaban con sus barquitos, o que fue el epicentro y campo de batalla de una revolución que cambio la historia de nuestro país y fue protagonista de una de las más grandes historietas del siglo XX, todo esto y mucho más lo encontraras en este Blog.

Agradecemos al Archivo General de la Nación, a los Clubes Bouchardo, Obras, Agronomia, Ciudad, River Plate, Platense y sus paginas Web, al Hospital Pirovano, a Wikipedia, a las escuela Municipales Raggio, a la Biblioteca Cornelio Saavedra, al museo Ferroviario, al profesor Fernando Piaggi, que con su interesante libro, "Historia entre orillas y durmientes", fue de gran guía y ayuda para nuestras investigaciones y a todos los que colaboran con este archivo.

jueves, 11 de febrero de 2010

El Dragón del Bajo Nuñez...

HISTORIA DEL GLORIOSO DEFENSORES DE BELGRANO...


ORIGENES 
Carnaval de 1906, Barrio Belgrano. Una barra de amigos, alegra el corso y se gana el corazón de los vecinos. Habían conformado una ruidosa comparsa y con esa mezcla de espíritu alegre y picardía en sus canciones, donde la armonía musical importa menos que el mensaje cargado de doble sentido, redondean una exitosa actuación. 25 de mayo de 1906. Día patrio. Mañana donde el invierno ya se anticipaba en Buenos Aires y el termómetro a las 6 hs. marcaba 2 grados. La misma barra de muchachos, ésta vez reunidos en la esquina de Monroe y O'Higgins, hablan de la necesidad de seguir haciendo cosas juntos, y para no tener que esperar otro carnaval, deciden fundar un club al que resuelven llamarlo Defensores de Belgrano Foot-ball Club. Lo bueno de todo esto es que no pensaban en el futuro, solo querían jugar al fútbol en la placita del barrio, ubicada entre las calles Nahuel Huapí, Arcos, Guanacache y O'Higgins, y participar en las Ligas Independientes que por aquel entonces pululan en Buenos Aires. 
La responsabilidad de presidir al nuevo club recae en Juan Pasquale, al que secundan Miguel Giacomelli, Jaime Cortella, Eduardo Molinari y Francisco Sasso. Ya a las 11 hs. de la mañana disponían de un acta fundacional de diez puntos. El espíritu de aquel reglamento, queda reflejado en esa declaración de principios que aún hoy debemos rescatar y tener siempre presente, aquellos que impone a los allí reunidos... "formar una única comunidad de belgranenses, buscando el bien común, la fraternidad, y el alto espíritu de solidaridad que aquí nos convoca". Y ..."alimentar los sueños de grandeza que el barrio y cada uno de sus habitantes merece, enriqueciendo su ya distinguido acervo cultural". 
La cosa al principio fue más o menos así: La institución se va modelando en reuniones y asambleas que se realizan entre los costillares, chorizos y achuras de la carnicería de los hermanos Pasquale, desde donde partían sus jugadores a la cancha con la consigna de ganar. Pero como es lógico, los clientes de los hermanos carniceros, reclaman una mejor atención ya que entre dirigentes y jugadores copaban el negocio. Por ello se afincan en el local de O'Higgins y Monroe donde establecen su primer sede provisoria. Y una noche, cuando ya todo estaba dispuesto, de allí salió el primer equipo que vistió la casaca de Defensores de Belgrano, integrado por: Juan Bramante; Carlos Puriccelli y Juan Pasquale; Pedro Luna, Felipe Bordagaray y Santiago Ravizza; Raúl Bonahora, Ramón Puente, Arnulfo Leal, Mariano Acerbi y José Alejandro Pasquale. Como suplente, José Giulidore. 

Así transcurrieron los primeros tiempos de nuestro querido Defe, donde los triunfos hacían mirar el futuro con alegría y las derrotas se enfrentaban y superaban gracias a las arengas profundas y conmovedoras de la Sra. de Pasquale, una abuela inolvidable, que instaba a la lucha y a no perder la fe y el optimismo. Señalemos aquí, que la primera casaca utilizada por el club era de color celeste con vivos rosas y toma los colores que luego fueron los de siempre, el rojo y negro, de un club que se fundó en Montevideo, unos meses antes, de similar manera a la nuestra, llamado por entonces Misiones Foot-ball Club, y al que hoy conocemos con el nombre de Miramar-Misiones; sus colores, el inmortal rojo y negro en bastones verticales, son los que hoy movilizan nuestros más entrañables sentimientos. Defensores de Belgrano estuvo entre los que fundaron la Asociación Amateur de Football y en 1908 ya participaba en el torneo de la A.A.F., jugando en segunda división. Emociona y compromete repasar esta primera etapa de nuestra institución y comprobar como aún con sus débiles raíces de dos años de vida ya se iba consolidando y profundizando su existencia. 


Transcurre el año 1910. Año del centenario. Nuestra performance deportiva ya acreditaba muchos triunfos y buen fútbol. Enfrentamos ahí la primer gran encrucijada. Por un lado, la Municipalidad decidió remodelar la plaza que el equipo usaba como cancha y nos quedábamos sin lugar para competir. Por otra parte, al club, que ya se había inscripto en la Asociación Amateur de Fútbol, se le exige por reglamento tener una cancha. Ahí la historia nos ofrece dos versiones. Una nos cuenta que gracias a las exitosas gestiones del Sr. Berón de Astrada ante las autoridades municipales, logra que se le otorgue al club un terreno dentro del predio que ocupaba la denominada Sociedad Sportiva, lugar donde se realizaban importantes eventos y que hoy ocupa el club. La otra nos dice, que fue el Barón Demarchi, Director de Paseos de la Municipalidad de Buenos Aires y gran amigo de Jorge Newbery, el que ofrece una fracción de tierra ganada al río, un predio situado entre las calles Republiquetas, Blandengues y el Arroyo Medrano.
 Es ahí que entra a tallar Angelito Pasquale, hermano del Presidente del club, que aconseja elegir la esquina que forma el Arroyo Medrano (hoy entubado y que corre debajo de la calle Comodoro Rivadavia) con la Avenida Blandengues (hoy Avenida del Libertador). Esquina que era en aquel entonces pura tierra y barro. La razón que inspiraba a Angelito era práctica: ya que la Municipalidad había dejado allí apilada las gradas de madera que fueron las tribunas del desfile militar del centenario. Tablones que terminaron siendo nuestras primeras tribunas y con los que se construyeron las casillas que se utilizaron como vestuarios. Pero hizo falta el entusiasmo de toda aquella muchachada, socios, jugadores, dirigentes y vecinos, trabajando de día y de noche, entre todos, para transformar a aquel cangrejal en un espacio apto para la práctica del fútbol y que además nos dé la posibilidad de ser siempre dignos anfitriones, no solamente de nuestros simpatizantes, sino también de todo aquel que quiera acercarse a ver buen fútbol. Ya en la que sería nuestra futura cancha, empezamos a escribir nuestra historia, siempre dentro del marco del esfuerzo mancomunado, con sencillez y humildad. Defienden nuestros colores figuras brillantes del fútbol argentino, algunos de los cuales se destacan también dentro del campo internacional: Mapelli, Bissio, Cortella, Luppo, Luis Monti, Aguilar Pinedo, Botta, Jorge Camaratta, Antón, Bongiovani, Gerardo Caldas, Puriccelli, Lucio Querido, Galarza, Rodolfo Chiti, Ramiro Pérez, Jorge Busti, René Houseman, Oscar Tomás López, Horacio Galbán, Jorge Arbelo, Walter Fernández, para mencionar sólo los más destacados. 
La gloria llega en 1914, cuando Defensores de Belgrano obtiene su condición de campeón y asciende a Primera División, venciendo en memorable final a Burzaco, por 4 a 1, con goles de L. Fourcade, D. Lima y dos de J. Rosell, conquistando así el derecho a jugar en primera... Una gran marcha triunfal, espontánea y entusiasta se realiza. Forman parte de la manifestación : José P. Tamborini. Sancerni Giménez, Emina Botta, Guillot y Racedo entre otros. Pero al año siguiente varios de los jugadores que habían integrado el equipo campeón, deben dejar de jugar para prestar servicios en las filas militares y el club no resiste la poda.
 Ese mismo año, 1915, a pocos meses del halago de haber obtenido el campeonato, Defensores debe descender. Pero cualquier contingencia sirve cuando hay fuerza moral como estímulo, y en 1917, en un encuentro de gran emoción jugado en el campo de Gimnasia y Esgrima, Defensores derrotó a Vélez Sarsfield 3 a 2. Ese día nuestro querido equipo se alistó de la siguiente manera: Italo Giacomelli; Sacco y Molinari; Pascual Cortella, Angel Pasquale y Davide; D. Luna, A. Luna, Bustos, Gerardo Caldas y Puriccelli Esa tarde convirtieron para Defe: Bustos, Angel Pasquale, de tiro libre y Gerardo Caldas, un golazo que lo terminaría de coronar como ídolo indiscutible y eterno. Se recuerda que en aquel partido y cuando faltaban apenas unos minutos para el final del mismo, el zaguero Badaraco, de Vélez, jugador que no había errado un solo tiro penal en toda su campaña, perdió ese día el invicto ante nuestro arquero Italo Giacomelli. ¡Y el partido terminó 3 a 2! Los muchachos de la hinchada eran aficionados a la música de carnaval. Y festejando aquella victoria que nos devolvería al primer plano, regresaron aquella tarde al compás de un tamborcito que aún quedaba desde la fundación del club. Y esa noche, en lo de Puriccelli, se festejó el gran triunfo con una cena descomunal, de la que participó toda la barriada... En 1922 Defensores es invitado a jugar dos partidos contra Colón de Santa Fe, en su invencible reducto de la provincia. Habían jugado allí, y perdido, los grandes institutos porteños, y no se habían salvado de la derrota los uruguayos de Nacional y Peñarol de Montevideo. Los jugadores de Defensores fueron recibidos en la ciudad con grandes aclamaciones, aunque jamás habían sido vistos por los santafesinos. 
Pero la fama de Gerardo Caldas, ya internacional, y de algunos otros hombres, había provocado la ovación. Y el público pedía a Caldas que levantara un brazo para identificarse... El primer partido terminó empatado 2 a 2, todo un triunfo para los rojinegros de Belgrano. Y en el segundo encuentro por la Copa "Gobernador Mosca", Defensores venció 1 a 0 a Colón. El público, asombrado, aplaudió hidalgamente a los vencedores. Integraban ese plantel: Mapelli, Acattini, Juan Pasquale, Penoni, Simonetti, Atilio Botta, Dante Botta y Gerardo Caldas entre otros. Fueron así, como lo narra esta sucinta historia, los comienzos de un club que a principios de este siglo encendió la llama de una pasión que aún hoy, varios años después, nos sigue iluminando. 


Tras su nacimiento en 1906, los primeros pasos de la vida futbolística de Def. de Belgrano transcurrieron en las Ligas Independientes, produciendo campañas exitosas que derivarían en su inserción, en 1912, en el Fútbol Oficial.

En poco tiempo obtiene los Torneos organizados por la Liga Buenos Aires (1907), la Liga Pringles y la Sportiva Nacional (ambas en 1908), la Liga Anglo – Argentina (1912) y la Liga La Vanguardia (1913). Muy pocos o quizá ninguno de los clubes de football nacidos por entonces y hoy sobrevivientes, aquilata tantos logros en el fútbol independiente.
Hacia 1910, se produce un intervalo futbolístico, tras el cual Defensores vuelve a la practica del fútbol, traslada en 1911 su field desde su Belgrano natal a los “lejanos terrenos de Nuñez”, donde establece “su cancha de toda la vida”, en los “anegadizos” terrenos ubicados en la intersección de Blandengues (hoy Avenida del Libertador) y el arroyo Medrano (hoy Avenida Comodoro Rivadavia).
Luego de su debut en la Segunda División de la desaparecida Federación Argentina de Football, el 14/7/1912, enfrentando a Argentino de Vélez Sarsfield, pasarían sólo dos años hasta el ansiado ascenso a Primera División, obtenido en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, en Palermo, el 29/11/1914, al derrotar en una recordada final a la Intermedia de Burzaco por 4 goles a 1.
A pesar de conocer la amargura del inmediato descenso a Intermedia, Def. de Belgrano muestra una innegable capacidad de lucha y vuelve en 1917 a la Máxima Categoría, tras vencer el 2/12/1917 a Vélez Sarsfield por 3 a 2, nuevamente en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires.
Defensores fue por entonces el único equipo que sobrevivió al descenso, ya que a diferencia de sus vecinos: Comercio y Kimberley, y a los legendarios Lomas A. C. y Belgrano A. C. (sólo por citar algunos ejemplos), resucitó como el Ave Fénix y luego permaneció en Primera División durante 17 temporadas consecutivas, hecho que aún hoy pocos defensoristas conocen. Fue Defensores el único en ganar en más de una oportunidad el Torneo de Intermedia, que se disputó desde 1911 y hasta 1932 (33 ediciones).
El legendario Defensores de Belgrano, único club con la denominación “Defensores” que accedió a la Primera División del Fútbol Argentino en toda su historia, era ya un equipo de Primera cuando muchas de las poderosas Instituciones que hoy, un siglo después, militan en Primera División, y otras que poseen un enorme poder de convocatoria, daban sus primeros pasos, jugaban en el ascenso o bien no existían.
Si bien la historia fundacional de Def. de Belgrano se asocia con numerosos apellidos ilustres (Pasquale, Luna, Acerbi, Botta, sólo por mencionar algunos), su trayectoria en Primera División esta ligada al nombre de Gerardo Caldas, quien se constituyó en estandarte de la Institución roja y negra por casi dos décadas. Su presencia en múltiples partidos Internacionales, Interprovinciales, en la tapa de la Revista “El Gráfico” y en todos los medios escritos de la época, lo transforman en un icono de Defensores de Belgrano en el amateurismo.
Fue Defensores de Belgrano fundador en 1919 de la disidente Asociación Amateur de Football, en la cual militó, conjuntamente con la mayoría de los grandes del presente, hasta la fusión con la Asociación Argentina en 1927, cumpliendo en general hasta aquí, campañas aceptables.
Por esos tiempos, disputó con su vecino Platense, en jornadas memorables, siempre a cancha llena, el liderazgo futbolístico del barrio de Nuñez. El “Clásico de Nuñez” fue el primero y porque no el más relevante de los enfrentamientos de Def. de Belgrano por aquellos tiempos. También se midió por entonces con los grandes del fútbol argentino, provocándole en más de una oportunidad derrotas que motivaron el comentario general e hicieron conocer los quilates de sus equipos.
En 1928, disputó dos recordadas finales por el “Comodín del descenso” frente a Tigre (6 y 8/4/1928), en la cancha de Sportivo Barracas, de las cuales salió airoso tras un empate y un triunfo, manteniendo el privilegio de Socio Fundador de la Asociación Amateur. La victoria fue festejada como un campeonato y al año siguiente le permitió a Defensores no descender, a pesar de ocupar el anteúltimo puesto en las posiciones del Torneo, tras realizar una pésima campaña.
Ya en 1930, Def. de Belgrano no acompañó el proceso de Profesionalización del fútbol por lo que futbolísticamente se vio relegado a competir con equipos de menor jerarquía y posteriormente a la Segunda División a partir de 1935.
En 1934, Defensores aportó dos jugadores, Ernesto Belis y Lucas Izetta, al Seleccionado Nacional que compitió en el Campeonato Mundial disputado en Italia, y es inclusive el primero de ellos quien marcó el gol más tempranero del Torneo, hecho que lo coloca en un sitio de privilegio en la historia del Fútbol Mundial.
Por entonces, con la participación de Platense en la Liga Profesional, se destaca la rivalidad con Excursionistas (en realidad oriundo de Palermo e instalado luego en Belgrano), que se acrecienta con el tiempo, debido a que ambos compiten en el fútbol de ascenso por largos años.
Su llegada al profesionalismo lo encuentra a Defensores jugando la final de la Copa Competencia Mixta a fines de 1934, y en un sitial de privilegio en el torneo de Segunda de 1935, en el cual obtiene el primer puesto entre los equipos amateurs, aunque sin posibilidades de ascenso.
La década de 1940 muestra a un Defensores compitiendo en la Segunda Categoría con notables altibajos, produciendo campañas aceptables y otras desastrosas, que culminan con el descenso a la Tercera Categoría en 1950, tras un proceso de reestructuración.
Los años 50 lo encuentran en gran parte compitiendo exitosamente en los Torneos de Primera División “C”, tras los descensos de 1952 y 1955, haciéndose acreedor de ellos en 1953 y 1958, tras realizar brillantes campañas. Por esos años asoma en su primer equipo una figura que, con el transcurrir de los años, se tornaría en legendaria de Def, de Belgrano, vistiendo sus colores por casi dos décadas y en más de 400 partidos: Rodolfo César Chitti.
De nuevo en Segunda, Defensores transita sin logros sobresalientes hasta 1967, cuando obtiene el Torneo de Primera “B”, tras vencer a Tigre en una memorable final disputada en la cancha de Platense, la noche del 29/7/1967, casualmente 50 años después de su último ascenso a Primera División. Sin embargo, por las reglamentaciones entonces existentes, Defensores juega con escasa fortuna el Torneo de Reclasificación y permanece en la categoría de la cual fue Campeón, mientras que su vencido, Tigre, asciende a Primera.
Pocos años después, en 1971, ocurre otra nueva pérdida de categoría, la cual es efímera, ya que al año siguiente Defensores está de vuelta en Primera “B”, tras obtener por tercera vez en su historia el Torneo de Primera “C”. Es allí cuando se destaca en su primer equipo, quien puede considerarse uno de las figuras más relevantes de todas aquellas surgidas de esta Institución y uno de las más reconocidas en el fútbol argentino en general: René Orlando Houseman. Años después, éste integraría el equipo argentino Campeón del Mundo en 1978, lo cual no deja de ser un orgullo para Defensores de Belgrano, Institución que lo vio nacer.
A pesar de alternar buenas y malas campañas, Defensores se mantiene en Primera “B” hasta 1986, quedando a punto del ascenso en 1984 y 1985, cuando es eliminado en las etapas finales del Octogonal por Gimnasia y Esgrima de La Plata y San Miguel, respectivamente. Al año siguiente, su puntaje en la tabla no le alcanza para jugar en el recientemente creado Nacional “B”, y es mantenido en Primera “B”, que pasa a ser la Tercera Categoría en el fútbol argentino, produciéndose un “descenso encubierto”.
Ya en 1989, Defensores desciende por primera vez en su historia a la Cuarta Categoría del fútbol argentino y dos años después retorna a Primera “B”, dando la vuelta olímpica en la siempre difícil cancha de Sportivo Dock Sud. Con ello, Defensores se transforma también en uno de los equipos más ganadores del Torneo de Primera “C” en toda su historia.
El nuevo siglo encontrará a Def. de Belgrano jugando por primera vez el Torneo Nacional “B”, teniendo oficialmente como rivales a equipos del interior del País, tras obtener el Torneo de la Primera “B” Metropolitana, en una accidentada final de partido y revancha contra Témperley (9 y 30/6/2001), que se definió en la cancha de Ferro Carril Oeste, con un triunfo por 2 a 0. Defensores ya es dueño del terreno que arrendó por más de medio siglo, inauguró su nueva platea (que reemplaza a la viejo Tribuna Oficial, edificada en la década del 20), y posteriormente la iluminación artificial de su Estadio, “Juan Pasquale”, que le permite competir sin dificultades en la Segunda Categoría. Tanto como en 1984, Defensores, con un equipo muy sólido, vuelve a estar en 2001 cerca del ascenso a Primera. Sin embargo, tras cuatro temporadas irregulares, el Dragón de Nuñez vuelve a la Primera “B”, en una triste mañana del 25/6/2005, en la cancha de Huracán, cuando es derrotado por Chacarita Juniors, en definición por penales.
Más de un siglo después de su nacimiento, el viejo Defensores de Belgrano, continúa luchando como único representante del Barrio de Nuñez, en el fútbol de ascenso, donde compite con viejos y nuevos compañeros de camino en la Tercera Categoría, y sueña que en un futuro no muy lejano, los empeños de sus socios, hinchas y dirigentes, así como los sueños de sus fundadores, se harán realidad.


El sentimiento de todo un barrio por tus colores.

Gracias a los Sres Roman y Bava por los relatos historicos y fotos.

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